ESCRITOR SIN SUEÑOS

 El escritor sin sueños ni dueño, perfilaba la imaginación en lo más profundo de su ser, hablaba continuamente solo, sin saber quién era el otro que nunca le contestaba. Su flojedad le agrietaba el pecho, la tinta de su pluma se secaba antes de que por sus venas corriera un solo poema. Todo desaparecía a su alrededor, el vacío le hacia eco al silencio de sus versos, nada se transformaba en nada, ni una sola metáfora afloraba por su mirada, el escritor sin sueños se adueño de su alma y convirtió sus lágrimas en su última poesía, de la que ya nadie podrá llevar su rima sobre su lecho.

CHATO FOREVER.